25 agosto, 2010

Historia de cuando el sol se enamoró de una estrella.-

El sol conoció a una estrella, que brillaba hermosamente en medio del éter sempiterno. Así comenzó a enamorarse de sus destellos, que oscilaban entre rojo y violeta. Dejábase cautivar Ra, sin cuestionarse sus sentimientos. Conversaban durante largas eternidades, hablaban a espaldas de ciertos agujeros negros un poco sinvergüenzas, jugaban a esconderse detrás de las viejas nebulosas, que se quegaban amargadas por tu exeso de masa.

El iluso sol, sentía que en esos breves instantes estelares, su corazón de fuego ardía, aunque pareciera imposible. Pasaron un par de momentos luz en el cielo, cuando el sol divisa un grupo de núbiles astros conversando animadamente, acerca su mirada inquisidora y contempla estupefacto a su amada estrella, coqueteando y destellando con un viril lucero.

Ra se sintió extinguir, tanto así que se eclipsó por unos momentos, luego, centenares de tormentas solares crisparon en su alma. Pero era sabio, decidió pensar friamente, aunque le fuera difícil. Reflexionó mientras en la tierra de extendía una gran glaciación. Concluyó al fin, que debía despedirse de ese amor insustancial que jamás debió germinar.

Se reunió con su alguna-vez-amada y le preguntó: "¿Lo amas?". Ella asintió. Y durante el primer y único beso celeste, dijeron implícitamente: adiós. El sol le dió la espalda, pero no pasó ni un día sin iluminarla.

Y durante el infinito, el sol fué un rey, capaz de dar vida y muerte, capaz de darle sentido a todos los otros cuerpos. Es por eso, que el nimio amor de las estrellas, no era para el. El merecía mucho mas.-

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